La escuela E-476 Alonkura, de la comuna de Hualpén, celebró sus 33 años de vida con un festival al más puro estilo carnaval, junto a sus alumnos, apoderados y profesores, donde cada uno de ellos demostró sus habilidades y aptitudes artísticas en una fiesta de disfraces, dando alegría y un sentido de unidad escolar.
En la oportunidad el alcalde de la comuna, Marcelo Rivera, saludó y expresó sus sentimientos de alegría “al ver estos niños que con tanta alegría celebran la creación de su colegio, donde los niños nos brindan un mensaje a ser más felices y unidos, un mensaje de hacer de nuestra comuna una ciudad más alegre, y es para ello que estamos trabajando; y es por la alegría de estos niños y de ustedes los padres, apoderados, profesores, y todo el cuerpo educativo de esta escuela, que les digo hoy, que mi compromiso antes de que termine mi periodo como alcalde, esta administración y responsabilidad que ustedes me han entregado, dejaré una nueva escuela Alonkura, con mejor infraestructura y que no se haga lo que hizo Talcahuano en el año’80 cuando los “barracones” transformados en escuela, fueron una guarida de ratones y un techo donde nuestros alumnos prácticamente estaban mejor fuera que dentro de las salas; mi compromiso es entregar algo bueno y digno para nuestros hijos”, señaló enfático la máxima autoridad de Hualpén, Marcelo Rivera.
Luego se dio paso a la distinción de las apoderadas de mayor connotación y compromiso de trabajo dentro del establecimiento, es así como se destacó la labor de las madres que conforman un grupo de baile moderno, monitoras a nivel comunal de Hierbas medicinales y a quienes han apoyado en la educación de sus propios hijos en el laboratorio de computación.
El recuerdo estuvo a cargo del profesor Milton Mella, quien posee una trayectoria educacional de 26 años de entrega a la labor de docencia, quien recordó cuando “en 1972, en la población Lan C, un grupo de padres preocupados por la educación de sus hijos solicitaron y rogaron por la creación de una escuela en este lugar y es así como donde estamos hoy, parte como anexo de la escuela nº 38, actual Simón Bolívar, llamándose 38-A. Me recuerdo cuando nuestros niños no contaban con la comodidad que hoy se presenta aquí, por ejemplo cuando se tocaba la campana para salir a recreo, los alumnos no salían a jugar, sino que se iban a sus casas a comer algo o al baño, ya que la infraestructura no contemplaba baños. Y un echo anecdótico, se dio en 1980, cuando llegué a esta escuela y la seremi de educación de ese entonces realizó una visita a este espacio, estábamos en una sala y vio a nuestros niños que escribían con una mano y con la otra sostenían el paraguas, dada la gran cantidad de goteras que caían desde el techo; pero lo peor de todo no fue eso, sino, cuando una niña dio un tremendo grito, diciendo que un ratón le había pasado por los pies; y fue esto lo que tocó el corazón de la seremi, para que traspasara la información hasta el gobierno central, desde donde llegó la orden de la transformación y adecuación del espacio físico hasta tener lo que hoy poseemos”.
Finalmente se dio paso al desfile de los numerosos actos preparados por los padres y alumnos, demostrando sus dotes artísticas, donde presentaron la vecindad del Chavo del 8, Thriller, recuerdo de la época romana, los avances tecnológicos, la aldea de los pitufos, la tirana, entre otros muchos números artísticos que demostraron el gran esfuerzo y trabajo del mundo escolar de la escuela Alonkura.
